Tiene EMC una curiosa costumbre: encuentra nombres imaginativos para bautizar sus proyectos en desarrollo, y luego estropea la faena denominando los productos con siglas horribles, que con frecuencia empiezan por V. Durante dos años, el líder de almacenamiento había dejado saber que sus ingenieros trabajaban en un llamado Proyecto Bourne [¿cómo no imaginar a Matt Damon recuperando la memoria?]. De Bourne no volverá a hablarse: el fruto de los trabajos se ha conocido en el EMC World de Las Vegas, donde se anunció como ViPR (pronúnciese viper). Un portavoz se apresuró a aclarar que no es un acrónimo, tal vez para cortar la broma que flotaba en el aire [viper significa víbora, en inglés].
ViPR ha sido el tema dominante de EMC World de este año: en la edición 2012, se presentaron 41 productos; en la de 2013, sólo 8. No es un secreto que EMC lleva años deslizándose suavemente de su condición original, de fabricante de hardware de almacenamiento para dedicar más recursos al desarrollo de software. Joe Tucci, chairman de la compañía, resumió que de 12.000 ingenieros en nómina, sólo 500 se dedican actualmente al hardware.
En su keynote, mencionó otros elementos que justifican la línea estratégica de EMC. El mundo está cambiando para EMC y para sus competidores, vino a decir Tucci: sus clientes tienden a operar sus datacenter como nubes privadas, en las que los datos proceden de distintas fuentes y residen en plataformas diferentes. En términos económicos, aunque el mercado potencial seguirá creciendo vigorosamente, los márgenes seguirán estrechándose. Hay otro factor al que se refirió Tucci: «en 2016, aproximadamente el 12% de las cargas de trabajo residirán en nubes públicas operadas por Amazon, Google y Microsoft, el 10% en nubes privadas virtuales y el 78% en nubes privadas». Salvo error de comprensión, se puede inferir lo que quiso decir: los tres gigantes van a desplegar hardware de almacenamiento de diseño propio, y lo gestionarán con software propio; tal como está ocurriendo con los servidores, una ancha franja del mercado escapará al control de los fabricantes tradicionales.
Obviamente, ViPR es software (aunque podría instalarse en un appliance). Una capa de controlador para la infraestructura, en la línea que el sector ha dado en llamar SDS (software-defined storage). Es una de las corrientes de la innovación en almacenamiento, y responde a una lógica evidente: los datos crecen a ratios de hasta el 60%, pero el valor del mercado de almacenamiento no podría crecer al mismo ritmo sin ahogar a todos; el hardware se ´commoditiza` y la persecución del valor se desplaza al software, capaz de abstraer y optimizar ese incesante flujo de datos. Bajo la superficie de la innovación en componentes de hardware –acelerada por multitud de pequeñas empresas – circula este otro río subterráneo, y los analistas dicen que en torno al software se van a librar las nuevas batallas de la industria.
La aparición de nuevos competidores y la bajada de precios del hardware de almacenamiento no son los únicos factores que explican el movimiento: el valor del mercado también se desplaza, de los datacenter tradicionales a los proveedores de servicios, y esto cambia la ecuación. ViPR, según se insistió en Las Vegas, «simplifica la complejidad, a la vez que da respuesta a la escalada incesante de los datos».
Su principal cualidad, en el momento del anuncio, es que trabaja sobre las plataformas VMAX, VNX, Isilion y Atmos, todas ellas de EMC, pero también con cabinas FAS de su competidor NetApp. Según Chuck Hollis, VP de Marketing, en el futuro EMC suministrará plugins para que ViPR pueda interactuar con equipos de HP, Hitachi y HP. Ya se verá. Quizás en 2014.
Lo anterior, descrito oficialmente como una voluntad de apertura, ha sido comentado por el siempre irónico colega Chris Mellor: «estar cautivo de un proveedor de software de almacenamiento no es distinto de estar cautivo de un proveedor de hardware de almacenamiento; todo lo que puedes hacer en el mejor de los casos, es decidir en qué nivel del stack prefieres estar cautivo: 1) la cabina con su correspondiente controlador de software, 2) un software que controle la opción de hardware escogida, 3) el hipervisor de almacenamiento que controla la elección de hardware y software; este es el nivel en el que EMC ha decidido situar el papel de ViPR».
Llama un poco la atención el timing del anuncio. ViPR no estará disponible hasta finales de 2013, e inicialmente sólo tendrá soporte para las plataformas de EMC y – en esto el calendario ha sido impreciso – la de NetApp. Aun así, la lógica de la operación indica que EMC debería tener interés en ampliar cuanto antes el abanico. Su objetivo es meter el pie en los centros de datos cada vez más heterogéneos, y ViPR podría funcionar como controlador tanto para la vieja como para la nueva infraestructura. En cierto modo, se trata de hacer lo mismo que VMware hizo en su día con la virtualización de servidores, pero esa sería otra historia.
Al margen de las sesiones, ejecutivos de EMC admiten que el concepto de software-defined storage podría resultar equívoco, y quizá fuera preferible hablar, en cambio, de almacenamiento virtualizado. La doctrina es dictada por Amitabh Srivastava, presidente de la división de software avanzado de EMC, quien en su anterior empleo en Microsoft, hasta febrero de 2011, fue uno de los líderes del desarrollo de Azure. «Hay un exceso de nominalismo – reconoce Srivastava en petit comité – y puede que SDS signifique cosas distintas para gente distinta, pero lo que realmente importa es que esa gente lleva años esperando alguna forma de virtualización del almacenamiento».
[informe adicional de Mario Kotler, desde Las Vegas]